Son lesiones agudas uni o
bilaterales que aparecen tras sangrado procedente de los vasos subepiteliales
de la cuerda vocal; la acumulación de sangre se produce, por tanto, en la capa superficial
de la lámina propia.
Es frecuente que los hematomas
de produzcan de modo recidivante en pacientes predispuestos.
Suele verse como una lesión
fusiforme, con poco relieve, en la cara superior de la cuerda vocal. En la fase
aguda es de color rojo vivo y va cambiando a tonalidades más oscuras y
finalmente amarillentas conforme se va reabsorbiendo. La recidiva puede llevar
a la formación de quistes hemorrágicos.
Las causas más frecuentes son el
abuso vocal intenso, la fragilidad capilar, los trastornos de la coagulación y
los traumatismos laríngeos externos o internos (intubación). En mujeres predispuestas,
los hematomas suelen darse en los días previos a la menstruación y debido a un esfuerzo
vocal. El hematoma produce disfonía de presentación aguda y puede tardar en reabsorberse
entre 2 y 6 semanas. En general, el único tratamiento es el reposo vocal
relativo, evitando el uso de antiagregantes plaquetarios (por ejemplo:
aspirina). Se ha propuesto la cauterización mediante láser de telangiectasias
que propician la recidiva del hematoma.